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LA FIBROMIALGIA Y LA TERAPIA BIOMAGNETICA

La Fibromialgia es un síndrome multifactorial (SFM), es una condición crónica y compleja que causa dolores generalizados en los músculos y agotamiento profundo, sumando a una variedad de otros síntomas que acompañan. En la mayoría de los casos, se describe como un dolor de pies a cabeza. Afecta los neurotransmisores. Se trata de una disfunción del Sistema Nervioso Central y el Sistema digestivo.

Las personas que la sufren sienten «puntos sensibles» en el cuerpo. Estos puntos se encuentran en el cuello, hombros, espalda, cadera, brazos y piernas, que duelen cuando se los presiona. Afecta principalmente a los tejidos blandos del cuerpo. No ocasiona dolor o hinchazón de las articulaciones.

No se conocen bien los mecanismos por los que se produce y por ello no se encuentran alteraciones en los análisis o en los estudios de imagen que permitan establecer el diagnóstico. Su origen puede buscarse en los estados de ansiedad o depresión repetidos.

La fibromialgia comparte algunas características con el síndrome de astenia crónica, o fatiga crónica o, como recientemente se le ha denominado, enfermedad sistémica por intolerancia al ejercicio.

Además de dolor y agotamiento, las personas con fibromialgia pueden tener otros síntomas como:

  • Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, pueden despertarse y sentirse todavía cansados.
  • Anquilosamiento: rigidez en los músculos del cuerpo, por la mañana.
  • Incremento de dolores de cabeza o de la cara.
  • Malestar abdominal: trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea.
  • Problemas genitourinarios: aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga.
  • Parestesia: entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies).
  • Sensibilidad a la temperatura.
  • Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas.
  • Síntomas del tórax: dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo.
  • Desequilibrio: problemas de vértigo y/o del equilibrio.
  • Trastornos cognoscitivos: dificultad para concentrarse, «lentitud mental», pérdida de la memoria, algunas veces llamados «lagunas”
  • Sensaciones en las piernas: «síndrome de las piernas inquietas» (impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando).
  • Sensibilidad ambiental: hipersensibilidad a la luz, ruidos, olores y cambios del tiempo.
  • Depresión y ansiedad.

Se han descrito casos de fibromialgia que comienzan después de procesos puntuales, como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, una separación matrimonial, un problema con los hijos, etc., o después de haber padecido alguna otra enfermedad conocida que limite la calidad de vida del enfermo como artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.

Estos factores desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que probablemente lo que hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.

Aunque aún no se sabe con certeza, es probable que una respuesta anormal a los factores que producen estrés desempeñe un papel muy importante en esta enfermedad.

Se han detectado en el sistema nervioso de personas con fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la serotonina).

Entre varios aspectos de la solución para estos pacientes, se conoce actualmente, que sería necesario el equilibrio de la flora intestinal para recuperar su salud.

Se trata de una enfermedad frecuente que puede padecerla cualquier persona, aunque de acuerdo a varios estudios realizados existe un claro predominio en mujeres.

No existe un tratamiento médico estándar para todos los pacientes y éste debe adecuarse a cada paciente según sus características. El objeto del tratamiento es tratar de controlar los síntomas que acompañan a la enfermedad que a menudo padecen los pacientes con fibromialgia.

El Biomagnetismo como un complemento al tratamiento tradicional alopático, ha demostrado una eficacia superior frente al tratamiento farmacológico, en múltiples estudios con pacientes afectados de fibromialgia y sin los efectos negativos que conlleva la ingestión de medicamentos.

Mediante la aplicación de esta terapia de biomagnetismo integral, entre otras cosas, facilita la relajación de la musculatura, acelera el estado nutricional de los músculos (trofismo), reduce y alivia el dolor; y mejora la circulación local. Permitiendo que la persona pueda recuperar su poder personal para fortalecer su voluntad y encaminarse hacia tendencias alimenticias saludables. Optimizando su salud intestinal gracias al tratamiento con imanes terapéuticos y la alimentación natural, normalizando, a su vez, su calidad de sueño y venciendo sus desequilibrios hormonales. Obteniendo también, un buen funcionamiento del sistema inmunológico, quien es la principal defensa que aleja la sombra de casi todas las enfermedades.

La suma de todos estos efectos favorece al proceso de recuperación. Eso sí, la terapia biomagnetica, como cualquier tratamiento en este mundo, no tiene efectos milagrosos e inmediatos, por lo que se requiere de paciencia y constancia. Por lo que, para comenzar a notar cierta estabilidad en la mejoría, se necesitan varias sesiones.

¡Ya no hay excusas para seguir sufriendo!

¡LO NATURAL ES ESTAR SANOS!

Gabriela Moreno Solá

Terapeuta Holística

Terapeuta en Biomagnetica Integral

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