La terapia con imanes se basa totalmente en las leyes naturales, trabaja completamente de acuerdo con ellas y su principio fundamental no consiste en curar enfermedades por sí misma, sino en ayudar a potenciar los procesos naturales de curación.
En la terapéutica unipolar, aplicación de un solo polo localizado y en el tratamiento de polarización del agua, es de suma importancia tener la identificación correcta de los polos en los imanes.
El polo norte o negativo de un imán señala al Norte de la Tierra, que corresponde al polo Sur magnético, y el polo sur o positivo de un imán señala al Sur de la Tierra, que corresponde al polo Norte magnético. Dado que un imán se comporta como una brújula, la cara que señale al punto cardinal norte será el polo norte del imán, y la cara que señale al punto cardinal sur será el polo sur de imán.
En los imanes de campo fijo (de hierro y aleaciones minerales), quien se ocupa de orientar las partículas que lo componen, en una u otra dirección, es el fabricante. Esta tarea se realiza por inducción, utilizando una corriente eléctrica, que las dirige en sentidos opuestos. En las fábricas, se pueden producir imanes con partículas en una de sus caras y en la otra se puede dejar sin orientación, eso se hace con algunos imanes en el campo de la industria. También se puede fabricar un imán de barra, en el cual ambos polos estarán impresos en una misma cara. Y así habría muchas variables que podemos analizar, pero exceden el marco de una nota breve.
El polo norte se caracteriza por la orientación de partículas en sentido levógiro. Se lo denomina polo negativo porque sus partículas se dirigen hacia la izquierda.
Sus efectos son sedantes y alivian los dolores producidos por varios tipos de exceso (de movimiento, de alimentos y otros). Reduce la inflamación, ayuda a combatir las infecciones y actúa como relajante con excelente efecto sobre el dolor de origen neural.
Cuando se aplica este polo de los imanes para el tratamiento de condiciones tales como heridas superficiales, cortes y hemorragias menores, se puede controlar inmediatamente el sangrado y reduce los niveles del dolor.
Se percibe una sensación intensamente fría, cuando acercamos un imán en polo negativo, a una quemadura de tercer grado y se controla totalmente el dolor. También disminuye la acumulación de fluidos en el sitio de la lesión.
El polo norte (-) es identificado por convención internacional con el color rojo, por asociación con el color que fuera elegido en la antigüedad para identificar el polo norte de una brújula. En algunas fábricas, ha elegido identificarlo con el color azul o el verde, tomando en cuenta longitud de onda de dichos colores, asociada a la producción de frío.
Entre los muchos efectos benéficos de las aplicaciones de imanes, en modalidad unipolar (una sola cara del imán), mencionamos el control de la acidez por aplicación de un solo imán en la zona gástrica, con resultados instantáneos. Se produce una reducción del ion de hidrógeno y un aumento del oxígeno; lo cual genera una reacción alcalina y el tejido regresa a su normalidad. En el caso de los depósitos de colesterol sobre las paredes de las venas y arterias, se ha comprobado la disminución de estos, verificado por estudios clínicos posteriores al tratamiento. También es destacable la acción de un solo imán como tratamiento para reducir los depósitos de calcio, acumulados alrededor de las articulaciones artríticas y controla su inflamación. La explicación la encontramos en los efectos que produce un imán sobre el desplazamiento de partículas acumuladas en las zonas afectadas.
ADVERTENCIA
El uso incorrecto de los polos puede traer consecuencias indeseadas como el aumento de dolor u otros síntomas por lo que se aconseja la consulta con el terapeuta especializado para casos específicos y/o complejos. Con su correcto uso los efectos benéficos son notables.
Gabriela Moreno Solá
Terapeuta Holística
Terapeuta en Biomagnetica Integral